Es un virus muy común que ocasiona síntomas leves similares a los del resfriado en los adultos y en los niños sanos mayores. Puede ser más serio en los bebés, especialmente aquellos que están en ciertos grupos de alto riesgo.
Los síntomas varían y difieren de acuerdo con la edad. Generalmente aparecen de 4 a 6 días después de tener contacto con el virus. Los niños mayores usualmente sólo presentan síntomas moderados y seudogripales, como tos perruna (a menudo descrita como tos de "chillido de foca"), congestión nasal o fiebre baja. Los bebés menores de 1 año pueden tener síntomas más graves y con frecuencia son los que tienen la mayor dificultad para respirar. - Coloración cutánea azulosa debido a la falta de oxígeno (cianosis) en casos más graves - Dificultad para respirar o disnea - Aleteo nasal - Respiración rápida (taquipnea) - Dificultad para respirar - Sibilancias
Los antibióticos no curan el VSR. Las infecciones leves desaparecen sin tratamiento. Los bebés y niños con una infección grave por este virus pueden ser hospitalizados. El tratamiento incluirá: - Oxígeno. - Aire humidificado. - Líquidos intravenosos (IV). - Es posible que se necesite un respirador (ventilador).