Hoy en día cada vez es más común confundirnos con estos términos al referirnos a ciertos padecimientos o enfermedades respiratorias, por esa razón queremos brindarte más información sobre las diferencias entre estos dos problemas que afectan la salud de tu familia.

Las alergias alimenticias afectan del 2 al 8% de la población en general y son más frecuentes en niños que en adultos. A su vez, éstas suelen predominar en el género femenino y en la población pediátrica, es decir, menores a los 5 años de edad.

Es común que los síntomas de una alergia alimenticia sean confundidos con una intolerancia, por esa razón aquí te diremos cuales son las diferencias entre ambas:

Las alergias alimenticias se dan por un mal funcionamiento en las defensas del cuerpo que reconocen al alimento en cuestión como un elemento extraño y lo atacan de forma indebida e inmediata. Esto produce anticuerpos que se pueden presentar de diferentes maneras: desde la más inofensiva como un salpullido en la piel o sinusitis, hasta shocks anafilácticos que pueden causar la muerte.

La intolerancia alimenticia es la alteraciones del sistema digestivo o del metabolismo, causando que no se puedan absorber de manera adecuada algunos alimentos, frecuentemente los azúcares. Esto no genera ningún tipo de anticuerpo por lo que no causa los síntomas de una alergia.

Las alergias alimenticias se pueden manifestar en la piel (salpullido), en el aparato intestinal (sangrado intestinal, malestar), en el aparato respiratorio (congestión nasal, asma) y de manera sistemática en general (shocks anafilácticos).

Los síntomas más comunes son: salpullido en la piel, estreñimiento y congestión nasal.

Estas alergias pueden llegar a variar con la edad. En los menores de dos años, las alergias más comunes son: a la caseína (proteína de leche de vaca) y a la yema del huevo. De lo dos a cinco años: leche, pescado (atún), cacahuate y chile.

Y a partir de los seis años de edad, se hace más frecuente la sensibilización al camarón, al frijol, la almendra, la soya, el pescado y la coliflor.

Los adultos también podemos desarrollar alergias y los alimentos que presentan mayor sensibilización son el pescado, la leche de vaca y las frutas.

Si tienes alguna sospecha de que tu hijo o hija presenta una reacción alérgica a algún alimento, es necesario observar los antecedentes heredofamiliares, después, hay que acudir con un médico alergólogo para que se le pueda hacer un examen y se puntualice la alergia.

Ya que los exámenes hayan sido realizados, hay que seguir al pie de la letra las indicaciones del médico y al mismo tiempo, eliminar el alimento que causa daño.

Recuerda que tu salud y la de tu familia es lo más importante ¡no la pongas en riesgo!